miércoles, 12 de agosto de 2015

Paraguas

debo haber perdido unos seis paraguas en toda mi vida quizás más
paraguas míos o de mi vieja de mi hermano o de vaya a saber quién
incluso perdí el paraguas de la madre de un amigo
pierdo paraguas
creo que pierdo paraguas desde que empecé a usarlos
digo porque antes no usaba casi nunca usé o sea cuando era muy chico sí
seguramente mi mamá tenía el suyo y yo estaba debajo o quizá tenía alguno pequeño
recuerdo una foto de niño con un paraguas rojo y unas guirnaldas en el cuello
pero después cuando crecí más no usé paraguas
porque no porque prefería mojarme y se volvió un acto casi religioso
me parecía que estaban equivocados los que no se dejaban mojar
si es agua si es agua decía y no había discurso de gripe que me convenza
además no me gustaba tener que cargarlo las manos ocupadas
y después más grande ya adolescente leí algunos libros de castaneda
de todo su misticismo lo que más rescaté fue que están buenas las mochilas
que son mejores que las valijas son más equilibradas el peso digo es más equilibrado
aprendí que hay que tener las manos libres
y un paraguas no no te deja aunque sea de los que se hacen chiquitos
pero bueno entonces muchos años sin paraguas hasta que cedí
vaya uno a saber porqué creo que mi abuela me regaló uno para el cumpleaños
nunca me compré un paraguas siempre eran de otro o eran regalos
y los perdía empecé a perderlos porque así tenía que ser los perdía
en el colegio en el colectivo en la sala de espera en vaya a saber dónde
los perdía porque siempre deja de llover y para qué cargarlo entonces
juan tenés que tener un paraguas no podés salir con esta lluvia así
juan te regalo uno juan comprate uno juan llevate el mío juan me perdiste un paraguas otra vez
juan juan no puede ser no seas absurdo ¿por qué te gusta ser absurdo?
¿no ves que todo el mundo tiene paraguas? no seas tonto
¿en serio no usás paraguas?
los detesto y los pierdo los pierdo y claro de a poco me fueron aceptando así mojado y absurdo
y ahora ahora otra vez me llegó un paraguas otro paraguas de la madre un amigo
una madre hermosa que que no tengo palabras para decir nada
pero crean que cuando digo hermosa digo hermosa digo ustedes créanme
una madre hermosa que vio que llovía y me dio su paraguas
y me dijo tranquilo me lo devolvés cuando quieras o se lo devolvés a juancho
o no no se lo devolvés a juancho así tenés la excusa para venir y te cocino algo que te guste
¿qué es lo que más te gusta?
y me dio un abrazo gigante y me dijo igual de acá no te vas sin desayunar
hay que desayunar porque el desayuno es la comida más importante
y haber cuando venís de vuelta en serio y me fui de la casa con el paraguas contento
y el tiempo pasó y claro lo perdí y me apené al darme cuenta después
y el tiempo siguió pasando y me importó cada vez menos y un día
un día de una tormenta de esas mi hermano me dio su paraguas incluso creo que se lo pedí yo
un paraguas de los chicos muy roto que se volaba con el viento
era absurdo tenerlo porque todo el tiempo se daba vuelta no cumplía su función
entonces enojado furioso o no quizá muy relajado casi como en un acto zen lo revoleé
quedó ahí en alguna vereda de vaya a saber dónde
semanas después en un rincón en la casa de un amiga sonreí mucho muchísimo
no le expliqué a mi amiga porqué tanta sonrisa y era por el paraguas
el paraguas de la madre de mi amigo que seguramente le había prestado a ella
sí se lo había prestado un día que se quedó en mi casa y lo vió y llovía y obvio llevátelo
entonces me fui de la casa de mi amiga con el paraguas que es un paraguas hermoso y resistente
de esos viejos con mango de madera con forma de garfio y es verde verde inglés
y cuando está cerrado tiene como en la punta algo de metal que si lo usás de bastón hace ruidito
un ruidito hermoso entonces me fui de la casa de mi amiga era un día soleado
el cielo era celeste de tanto sol y yo iba revoleando el paraguas por la calle
cantando sinatra esa canción y no sé no sé si a este paraguas lo voy a perder